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Delfín y Católica, tocaron y tocaron pero no la metieron

Delfín y Universidad Católica se cansaron de tocar la pelota en el estadio Jocay. El partido terminó sin goles y el empate no ayuda mucho a los clubes. El juego perteneció a la jornada 14 de la Serie A. En el duelo se priorizó el buen trato de pelota pero las ofensivas no estuvieron eficaces para marcar goles. El conjunto manabita sumó 18 puntos y se quedó en la octava posición. En cambio, la "chatoleí" perdió la oportunidad de acercarse al líder, quien es Liga de Quito con 32 unidades, y acumuló 28 puntos y ocupa la tercer casilla de la tabla de posiciones.

LIGAPRO DELFIN VS UNIVERIDAD CATÓLICA
Junior Benítez (10) se escapa de la marca de los defensas de Católica.


PRIMER TIEMPO. Era un partido de dientes apretados, de propuesta, de pelota al piso. En Delfín los que armaban el juego eran Alejandro Villalva y Junior Benítez, en la Católica estaba Andrés Chicaiza y Facundo Martínez. El juego era fluido y la intención era tocar corto para buscar asociaciones. Se trataba de un duelo intenso, con mucha marca en la mitad de la cancha y ningún equipo podía adueñarse del esférico. Era un partido atractivo. Aunque también hubo vivezas como la del defensa Guillermo De los Santos que fingió que le pegaron un manotazo en la cara, cuando Carlos Garcés defendía de espaldas el balón y le tocó el pecho; la otra fue cuando Luis Cangá estaba en el piso y ahí utilizó su mano para sacar ventaja sobre el rival y ganar la redonda.  

Villalva se estaba luciendo en el juego, andaba en todas, asistía a los delanteros y hacía trabajo defensivo. Pero el técnico Miguel Ángel Zahzú lo sacó de la cancha, a los 30 minutos. Todos se quedaron sorprendidos porque era el que estaba jugando mejor para llevar el equipo al ataque. El motivo por el que salió el zurdo era por una molestia física. Entró Juan Diego Rojas. Charles Vélez era el único volante de marca de los mantenses. Benítez jugaba en la mitad del campo junto a Vélez, fue la disposición de Zahzú, a pesar de que el "10" ha mostrado su mejor nivel cuando ha estado más cerca del arco. La primer ocasión clara de gol fue para la visita. Llegó a los 35 minutos y el portero Dennis Corozo mostró sus reflejos felinos para sacar con las uñas un disparo de volea de Bruno Vides. 


LIGAPRO DELFIN CATÓLICA SERIE A
Janner Corozo (13) ante la marca de Guillermo De los Santos.

La Católica comenzaba a tener mayor posesión de pelota. El técnico Santiago Escobar le gritaba a sus muchachos que la toquen con tranquilidad y que busquen las bandas. Pero uno de los problemas de la visita era que Chicaiza se demoraba en la asistencia a los atacantes. Del otro lado, el ingreso de Rojas en Delfín no daba frutos. Con la salida de Villalva, el equipo perdió ataque. Los delanteros José Valencia y Garcés se rascaban la cabeza porque ya no estaban abastecidos. Además, Janner Corozo, quien iba por la banda zurda, no demostraba todo su potencial y aquel costado del cuadro manabita estaba inactivo. El primer tiempo terminó sin goles.  

COMPLEMENTO. En la segunda parte también se priorizaba la pelota al piso, había dinamismo y muchos duelos. Sin embargo, a los "cetáceos" les faltaba claridad para llegar al área contraria. El equipo llegaba a tres cuartos de cancha del rival y ahí moría. Chicaiza prendía las luces y su equipo veía opciones de atacar. Mientras que Corozo, en Delfín, hacía una jugada ya calcada y que los defensas ya se la sabían. Él iba por la banda zurda, trasladaba la pelota con la pierna derecha y siempre utilizaba la diagonal hacia el centro y así encontrar un espacio para rematar o centrar. No pasó nada. A Corozo le faltaba más recursos ofensivos y más acompañamiento porque quedaba solo al momento de encarar a los rivales. Además, los mantenses tenían orden defensivo, eso sí, aunque les costaba salir porque estaban muy atrás y cuando adelantaban las líneas, la Católica ya se había ordenado.

Pero los delfinistas no perdían la idea de encontrar el gol. Esta vez Benítez jugó atrás de los delanteros, asistió a Garcés, éste le pasó la pelota a Jhon Jairo Cifuente (recién ingresado), falló porque Hernán Galíndez le achicó los espacios, el rebote le quedó a Garcés y remató pero lo hizo mal. El equipo “cetáceo” era una lágrima, todos se lamentaban por la opción fallida. Joao Ortiz cumplía a carta cabal en el juego. Primero estuvo como lateral derecho y después como volante central. Cumplió en ambas posiciones. La visita estuvo cerca de marcar un gol en el final del partido, pero el juego terminó sin goles.


En este compromiso, en total hubo 831 pases (341 hizo Delfín y 490 la "chatoleí"). De aquellos pases, los manabitas tuvieron el 75% de precisión y el "trencito azul" el 80%. Además, los locales lograron el 41% de la posesión de pelota y la visita el 59%. Ambos clubes tuvieron dos remates al arco en todo el partido.

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