Santos dejó a Delfín en terapia intensiva

Sólo un milagro lo salvará a Delfín para que no quede eliminado de la Copa Libertadores. El equipo está cerca de decirle adiós a la máxima competencia de clubes de América después de perder en el estadio Jocay por 1-2 ante Santos de Brasil. Los ecuatorianos lucharon hasta el último minuto en este compromiso y no pudieron en la cuarta jornada del Grupo G. Los delfinistas apenas suman un punto. Han perdido tres partidos y cosechan un empate. Las cosas no pintan nada bien para el conjunto que dirige Miguel Ángel Zahzú. Para la quinta fecha, el 1 de octubre, recibirá a Defensa y Justicia; para la última jornada, le tocará visitar a Olimpia.

El líder del grupo es Santos, con un pie en los octavos de final, y acumula diez puntos; el segundo es el club argentino, con seis; el tercero es el elenco paraguayo, con cinco; y último es el equipo ecuatoriano. 

Delfín tiene tres derrotas y un empate en la Libertadores.

PRIMER TIEMPO. Delfín mostró ganas en los primeros minutos. Santos tampoco se quedaba atrás. El partido estaba para cualquiera. El 10 del cuadro brasileño, Yeferson Soteldo, era una pesadilla para el lateral derecho Jonathan González. Él ganaba los duelos y el ecuatoriano no sabía cómo detenerlo. Entonces la ofensiva "cetácea" mostró los dientes porque no quería que le falten el respeto en casa. José Valencia prendió la máquina por el costado derecho, basureó a la marca, hizo la diagonal y remató, pero el portero Joao Paulo atajó. 

Y después apareció Soteldo, un menudito de 1,58 de estatura pero que era el más inquietante en el ataque del Santos. Volvía a rematar al arco de Dennis Corozo. El ofensivo ya estaba avisando. Por eso, González pensaba dos veces antes de irse hacia el frente ya que el peligro estaba presente. 

Soteldo fue una pesadilla para González.

Pero los delfinistas se entusiasmaron, adelantaron líneas, iban por los costados para encontrar el gol. El técnico de los ecuatorianos había dado las indicaciones de patear desde afuera, ir con varios hombres al ataque, y que sea un equipo rápido. Sin embargo, los jugadores confundieron el concepto de la velocidad con desesperación. Además, cayeron en exceso de los disparos de media distancia. 

Los delfinistas patearon al arco a la mínima oportunidad que tenían. Lo malo era que ninguno de los remates iban a portería, todos iban sin dirección. Y Santos tenía claro a cómo jugar, siempre salió con balón dominado, nunca había pelotazo. El entrenador Alexi Stival, más conocido como "Cuca", envió a sus muchachos a estar atentos a la contra porque los mantenses dejaban solo a Luis Cangá en la defensa.

 

Cuando mejor jugaba Delfín, llegó el gol de los brasileños. Soteldo fue protagonista de la jugada porque en un pique corto le sacó distancia a González, centró al segundo palo, no estaba Geovanny Nazareno, y ahí cerró Marinho con un cabezazo para anotar a los 18 minutos. 

Fue un pinchazo para los "cetáceos" y mentalmente quedaron mal parados. Entonces hacían faltas innecesarias y hasta se hicieron sacar tarjetas amarillas de manera infantil. Carlos Rodríguez, flamante fichaje del equipo para la Libertadores, perdió los estribos. El árbitro peruano Kevin Ortega le sacó dos tarjetas amarillas (minutos 39 y 41) y salió expulsado. Delfín quedó tambaleando y Zahzú se rascaba la cabeza para rearmar el equipo. 

José Valencia se escapa de la marca de los brasileños.

COMPLEMENTO. Para el segundo tiempo los visitantes se mostraron más claros para atacar. Arthur Gomes y Marinho tuvieron dos remates a portería y por poco aumentaban la cuenta. Después, los brasileños comenzaron a mandar centros al área y cabeceaban cuando querían. 

En el club delfinista no había quien ponga orden en el juego aéreo defensivo. Además, los mantenses no se entendía y el Santos se frotaba las manos. Entró Junior Benítez, en el club ecuatoriano, para tratar de crear juego de asociación y abastecer a los delanteros. Hizo lo que pudo. Volvió a demostrar que no puede estar en la banca.

El "peixe" disfrutaba, no tenía apuros, sacaba un buen resultado, guardaba la pelota y ya mostraba confianza. Pero Zahzú sacó un as bajo la manga. Ordenó a Juan Diego Rojas que ingrese a la cancha y éste le respondió con un gol, a los 74 minutos. Delfín estaba tan cerca y a la vez lejos de seguir con más vida en la Libertadores. El equipo se aferró hasta las últimas posibilidades. Sin embargo, el conjunto de "Cuca" volvió a apretar el acelerador y marcó. Jean Mota, con pocos segundos en la cancha, sentenció a los delfinistas en la primera pelota que tocó, a los 82 minutos.   

Pero Delfín siguió luchando y respiró profundo cuando tuvo un tiro libre en el último minuto del partido. El equipo confiaba que podía empatar, no quería morir en casa, Charles Vélez cobró, el balón no tuvo destinatario, no fue ni centro ni remate, y ahí terminó el duelo.