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Ellos siempre están atentos a lo que sucede con el equipo de sus amores. Desde la distancia, han pasado momentos muy amargos. Uno fue en 2010, año en el que Delfín tocó fondo. El elenco "cetáceo" disputaba el torneo de Ascenso y en un partido contra Halley, en Jipijapa, jugaron el partido con ocho futbolistas. El club estuvo a punto a desaparecer.
También han vivido momentos exaltantes. En 2019 disfrutaron del primer título nacional del club. Incluso, Zambrano lo dejó todo en Estados Unidos y viajó a Ecuador para ver la final del campeonato contra Liga de Quito. Ambos hinchas conocen a Delfín desde que éste estaba en la cuna del fútbol.
ORGULLOSO DE VER QUE EN NUEVA YORK PONGAN LOS PARTIDOS DE DELFÍN
Barberán vivía en el barrio Córdoba, el más antiguo de Manta, y ahí estaba la sede del club (cerca al redondel del puerto). Por aquellos días el cuadro mantense se llamaba: 9 de Octubre - Delfín. Intentó ser jugador delfinista. Hizo las pruebas en una canchita de césped del barrio y de ahí los que eran seleccionados se iban a entrenar al estadio Jocay. Él había jugado en la Sub-20 del Green Cross, equipo que en aquellos años era la sensación de Manta por las buenas participaciones a nivel nacional.
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| Rodrigo Barberán en Nueva York. |
Rodrigo no pudo ser jugador de Delfín, pero se hizo hincha a muerte y no se perdía los partidos que jugaba en casa. Sin embargo, a sus 27 años (2004) se fue a vivir a Estados Unidos. Por aquel tiempo la tecnología no estaba muy avanzada y era difícil enterarse de lo que pasaba con el equipo. Quien le informaba todo era su hermano que es barcelonista y lo hacía a través de las llamadas telefónicas.
Entonces apareció el internet y las redes sociales y tenía todo a la mano para saber los detalles del elenco delfinista. En 2018, vio por primera vez a Delfín en una Copa Libertadores. Era un orgullo para él ver jugar a su club en la cadena internacional de televisión beIN SPORTS: "Estar lejos de tu país y ver al glorioso Jocay es un sentimiento muy bueno", dijo.
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| Barberán colecciona camisetas de Delfín y también banderas. |
El mantense tiene camiseta delfinistas, banderas, chompas, gorros y transita por las calles de Nueva York sacando pecho: "Hasta cuando juego fútbol con mis amigos me pongo la camiseta", declaró. Trató lo más que pudo asistir a la final en 2019, pero no lo logró. Aunque se quedó en casa viendo el partido, en compañía de sus dos hijos. La última vez que viajó a Ecuador fue en 2017 y no pudo ver jugar al equipo porque jugaba de visitante.
Dice que Delfín ha ganado reconocimiento internacional. Las personas ponen los partidos del equipo en los restaurantes: "Me ha sorprendido ver eso aquí en Nueva York. Yo pensé que los que trabajaban ahí eran ecuatorianos, pero no lo son. En una ciudad tan grande, en la que la gente prefiere ver el béisbol, el básquet o fútbol americano, estaban viendo el juego de Delfín contra Defensa y Justicia en la Libertadores. Era la repetición, pero igual me sorprendió", mencionó.
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| Barberán vive en Nueva York desde 2004. |
Barberán trabaja en el área de mantenimiento en un motel en Manhattan. No sabe cuándo ir a Ecuador por el motivo de la pandemia. Él tiene 45 años y está casado con la mantense Maryuri Pacheco.
RAFAEL VIAJÓ A ECUADOR PARA VER CAMPEÓN A DELFÍN
Zambrano es un buen amigo de Barberán. Ellos se conocieron cuando jugaban los intercolegiales en Manta. Rafael defendía al colegio 5 de Junio y Rodrigo al San José. La amistad ha perdurado desde entonces. Los panas coincidieron en un equipo y jugaron los campeonatos barriales en la cancha de los Tres Reyes. Zambrano sigue a Delfín desde que era 9 de Octubre. Él no se quería perder ningún partido del equipo. Por eso, a sus 12 años, se escapaba de la casa para ir al estadio.
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| Rafael Zambrano, hincha de Delfín. |
"En esos tiempo no había mucho la televisión y había que ir al estadio, el cual se llenaba por completo", recuerda. Hizo de todo para ver al equipo de sus amores. Se subía las paredes con una soga y una vez hasta se cayó. El momento más triste que vivió con el equipo era cuando andaba entre la Serie B y el Ascenso. De todas maneras, nunca dejó de seguir al equipo.
En el 2000 llegó a radicarse en Estados Unidos. Lo hizo un mes después del atentado terrorista del 11 de septiembre. Él tenía 25 años cuando emigró. En la actualidad tiene 45 y una bebé. Menciona que en la parte laboral es como aquellos futbolistas que son polifuncionales. Aunque tiene 15 años trabajando en FedEx, compañía que se dedica al servicio de mensajería y envío.
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| Zambrano (der.) junto a su amigo Hugo Tello en el Capitolio, Washington, con una bandera de Delfín. |
Anteriormente se encargaba de manejar los camiones y hacer las rutas de Manhattan. Sin embargo, debido a su experiencia ahora está en oficinas como supervisor. Cuando puede, ve los partidos de Delfín; y cuando no, los escucha en la radio: "Pongo radio Scándalo y escucho las narraciones en la voz de Pedro Aníbal Fernández. También me gustan las narraciones de JL Sornoza, de RNC", confesó Zambrano.
Todos los años trata de visitar Ecuador. Lo hace entre una semana o diez días. Estuvo en la final de la temporada pasada y vio campeón a Delfín: "Viajamos un día antes del partido. Valió la pena porque vivimos algo histórico. Celebramos moderadamente porque sino perdíamos el vuelo de regreso", comentó entre risas.
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| Zambrano viajó desde Estados Unidos a Ecuador sólo para ver la final de 2019 en la que Delfín salió campeón. |
Dice que tiene amigos que viajan a Nueva York y que ellos le llevan algún presente del club como stickers, gorras y camisetas. Hay varios hinchas más en la ciudad en la que vive, menciona. Eso lo pone contento porque piensa que el club está en crecimiento.
Barberán y Zambrano son dos hinchas que se enamoraron de los colores delfinistas y no de los resultados. Esperan que el cuadro mantense siga ganando títulos y haciendo quedar bien a Manabí. Por ahora, ellos continuarán amando a Delfín desde la distancia.
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