Delfín no le hizo ni cosquillas a un Palmeiras que tenía 21 bajas

Delfín no le hizo ni cosquillas a un Palmeiras que jugó a media llave. El equipo mantense tenía completos a sus jugadores, pero la visita presentaba 21 bajas por covid y lesión (entre titulares, suplentes y juveniles), y ganó el duelo de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. 

Delfín y Palmeiras jugaron en el estadio Jocay.

El partido se disputó en el estadio Jocay. Delfín nunca pudo rematar al arco contrario en el primer tiempo, para el segundo tuvo chances y no fue eficaz, Palmeiras andaba fino.

El juego de vuelta será el 2 de diciembre, en Sao Paulo, a las 17h15 (hora de Ecuador). El ganador de esta llave se enfrentará al vencedor entre Wilstermann y Libertad.  

PALMEIRAS FUE MUY SUPERIOR EN EL PRIMER TIEMPO

Delfín sorprendió de entrada y fue porque el entrenador Miguel Ángel Zahzú ubicaba como titular a Francisco Mera en el lugar de Junior Benítez. Mera estaba como volante por la derecha. No causó el efecto deseado. No es mal jugador, pero sus características de juego no son revulsivas o para generar fútbol, es más cumplidor para ayudar a aguantar los partidos. El contexto no era el indicado para él.

LO MÁS LEÍDO:

• ¿Cuántos millones ganan los equipos que juegan en la Libertadores?
• Delfín SC fichó a un jugador para la Libertadores, pero está sancionado y no puede jugar.

El equipo delfinista estaba desubicado, no sabía a qué jugaba, no tenía identidad, ni las ideas para atacar a los brasileños. El "verdao" tenía un partido tranquilo en la zona defensiva. El portero Weverton bostezaba porque nadie disparaba a su portería. El mediocampo de la visita era superior. Por el lado derecho estaba Gabriel Menino y el lateral Geovanny Nazareno tuvo varios problemas para detenerlo. 

Gabriel Menino, jugador de Palmeiras.

Cuando no iba Menino, lo hacía Lucas Lima. Ramires y Patrick De Paula se paseaban en el centro de la cancha. Los "cetáceos" Joao Ortiz y Charles Vélez eran superados con facilidad. Los mantenses no podían hacer nada. Era un equipo impotente. No podía llegar al tercio ofensivo de la cancha. Los delanteros Carlos Garcés y José Valencia se frustraban porque no superaban a la fuerte defensa del Palmeiras.

Entonces llegó el gol de la visita. Menino marcó a los 18 minutos. El arquero Máximo Banguera no logró atajar un remate aparentemente inofensivo. Después se presentó la segunda anotación y fue de penal. Nazareno le hizo una falta a Lucas Lima. El árbitro se apoyó en el VAR para ver la acción. Al cobro fue Ronielson da Silva Barbosa e hizo su gol, a los 36.

Joao Ortiz, jugador de Delfín SC, frente a Zé Rafael.

Zahzú corrigió y sacó del campo a Mera, quien buscó las duchas y no la banca, e ingresó Benítez para tratar de darle vida a un equipo pálido. Aún así, Palmeiras fue más jugando a media llave. El "verdao" tuvo ocasiones de marcar y se las perdió. Estaba relajado.

Jugadores de Palmeiras celebran uno de los goles.

Para la segunda parte, el Delfín salió más despierto. Valencia y Corozo (en dos oportunidades) aparecieron para darle trabajo a Weverton, a quien nunca lo pusieron a prueba en el primer tiempo. Los delfinistas comenzaron a someter a los brasileños. El equipo cambió la cara y demostraba más, pero no fue efectivo cuando se le presentaron las chances.  

Palmeiras fue directo, no se anduvo por las ramas y puso la tercera. Zé Rafael se encargó de marcar, a los 60. La visita ya estaba en su salsa; Delfín, en una noche de terror. Los dirigidos de Abel Ferreira eran amos y señores del control del partido. Zazhú estaba con los brazos cruzados y sin respuestas para revertir la mala presentación. 

Ronielson da Silva Barbosa (izq.) es marcado por Agustín Ale.

Ramires hizo un autogol y llegó el descuento a favor de los "cetáceos", a los 69. Los locales intentaron lo más que pudieron, pero el equipo rival le puso un candado al área, y nunca más anotaron. 

Parecía que Palmeiras cuando quería, podía meter otro gol. El juego estaba definido y terminó 1-3 a favor del "verdao".