"Me caracterizo por tener un buen control de balón y por la técnica", dice el ofensivo que juega en el América Sub-17, equipo de la Segunda Categoría. Mide 1.74 centímetros y trata de sacar provecho de aquello.
Él juega fútbol desde los 8 años y comenzó en el club Calderón, después pasó a Técnico Universitario. En la pandemia de 2020 todos se paralizaron, menos Sebastián. Entrenó junto a su papá (Fermín) para no perder el ritmo de juego. La mamá (Narcisa) lo ama un mundo.
Desde 2022 pertenece al América. Sueña con jugar en Barcelona. Maneja el perfil diestro. Además, es un buen estudiante. Irá al segundo año de bachillerato. Él entrena de tres a cinco de la tarde con su equipo, pero después hace su rutina personal para seguir ganando técnica y un mejor estado físico.
Sebastián cree a ciegas en Dios. Ora antes de entrar a la cancha. Él tiene claro su objetivo y no descansará hasta lograrlo.
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