Rosales, el albañil que juega fútbol en la Segunda Categoría de Ecuador

Luis Antonio Rosales no sólo hace paredes en las construcciones, sino que también en la cancha. Él juega de extremo derecho, le gusta encarar, driblar, en el uno contra uno se siente cómodo, no le huye a la marca sino que la enfrenta. Él también dice que puede asociarse dentro del campo de juego y en el dos a uno no hay muro defensivo que lo detenga. Sin embargo, también puede jugar en otras posiciones cuando el equipo lo necesita.

Rosales tiene 28 años y juega en el Sporting Club Ecuador de Montañita.

Rosales juega fútbol en la Segunda Categoría y se prepara a tope para defender al Sporting Club Ecuador de Montañita, cuadro que debutará profesionalmente en el Torneo de Ascenso para el fin de semana del 29 de agosto. Luis Antonio es albañil desde hace tres años.  

Combina su pasión con trabajo y aunque salga agotado de mezclar cemento, piedras y arena, saca fuerzas para ir a entrenar todos los jueves: "Yo salgo del trabajo y me voy al entrenamiento que es a las 6h30 de la tarde", expresó el jugador de 28 años.

   

DÓNDE VIVE. Él vive en Olón y tiene que viajar hasta Montañita. Su transporte es una bicicleta y pedalea por 30 minutos: "Tengo que subir lomas. Llego justo a tiempo a la práctica", confiesa. En construcción trabaja desde las ocho de la mañana hasta seis de la tarde y lo hace de lunes a viernes. Sábados y domingos se pone a entrenar para estar a la par de sus compañeros de equipo.

Luis Antonio Rosales es el capitán del Sporting Club Ecuador.

 

Dice que trabajar como albañil es algo que lo ayuda porque tiene mucho trabajo físico y cuando va a las prácticas puede asimilar de mejor manera los ejercicios.

Rosales está casado y tiene una hija de cuatro meses. También vende hamburguesas y lo hace con un hermano, pero esta actividad sólo es para los feriados.  

EN BARCELONA. Juega en el Sporting Club Ecuador desde los 11 años pero ha explorado otros lugares. A los 17 debutó como juvenil en el fútbol profesional de Segunda Categoría y lo hizo con el Atlético Libertad. Además, estuvo entrenando en las inferiores de Barcelona y pasó por Deportivo Quevedo. 

       

"Yo siento mucho a este equipo porque todo Montañita nos apoya, es el club de la gente y yo sudo la camiseta como nadie para que nos salgan bien las cosas. Este reto del debut del club en el Ascenso me gusta. Vamos a darlo todo", relató. Rosales es de pocas palabras pero en la cancha es lo contrario: arenga y motiva a sus compañeros para que nadie baje los brazos, por eso es el capitán del equipo.