Tuvieron que pasar 2.161 días para que el Manta FC regrese a la Serie A. La última vez que jugó en la máxima categoría fue el 14 de diciembre de 2014. Los celestes permanecieron seis temporadas en la Serie B. A finales del 2016 por poco vuelven, pero se cayeron en las últimas jornadas.
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| Los "atuneros" celebran uno de los goles. |
Para este 2020 el equipo fue regular y logró el ascenso. El Manta y 9 de Octubre consiguieron el ascenso. Ambos se enfrentaron este sábado 14 de noviembre y fue en el estadio Jocay. El partido perteneció a la jornada 18 y cerró el campeonato. Los "atuneros" ganaron por 2-0 y se ubicaron en el segundo lugar de la tabla de posiciones con 32 puntos, el "Súper 9" se quedó con 33.
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EL LOCALES HICIERON DOS GOLES
Los delanteros Ángel Ledesma y Cristian García inquietaban a la defensa. Aunque un centro desde la derecha que hizo Diego Benítez cambió la historia del partido. El balón llegó al segundo palo para Gustavo Bustamante y de volea remató e hizo el gol.
Luna, del "Súper 9", estaba electrizante, gambeteaba, incomodaba y le daba mucho trabajo al lateral "atunero" Daniel Patiño. El Manta quería poner la segunda, el 9 de Octubre le hacía fuerza y peleaba palmo a palmo.
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| Danny Luna (10), jugador del 9 de Octubre. |
Kléver Triviño, volante mantense, se multiplicaba: marcaba y generaba. Era un relojito. Luis Domínguez era su socio. Pero el equipo celeste tenía complicaciones para llegar a campo contrario ya que el club guayaquileño le respiraba en la nuca a los ofensivos.
Y Triviño seguía con las luces encendidas, se encargó de poner un pase en callejón para "el Mago" Benítez, quien avanzó varios metros por la zurda y asistió a "el Ruso" García para poner el segundo gol.
Tarde redonda para los locales. El Manta tenía tierra a la vista: la Serie A, después de seis años.
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EN EL SEGUNDO TIEMPO SOSTUVIERON EL RESULTADO
El Manta tuvo la chance marcar con García. El delantero remató mal. Sin embargo, los equipos ya manejaban el resultado. Ambos ya tenían cupo seguro para la A. Las acciones ya no eran claras, llegaron al arco rival, sí; pero sin contundencia ni peligro.
Los locales estaban replegados, la visita intentaba en algo buscar la portería de Gentilio. Los clubes comenzaron a bajar las revoluciones. Ya estaban pensando más en la celebración que en el partido. Iban tranquilos, prudentes, nadie los apuraba, los resultados se estaban dando.
Nadie tomaba riesgos, los ofensivos ya habían apagado los motores, los equipos jugado relajados, sólo esperaban que el árbitro pite el final, y así fue, se terminó el partido y volvieron juntos a la Serie A.
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